Reserva microvascular y su impacto en pacientes con IAMCEST

01 de Junio de 2024. La disfunción microvascular coronaria (CMD) es una complicación común que puede surgir después de un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST). Esta condición puede explicar por qué más del 50% de los pacientes experimentan síntomas anginosos persistentes incluso después de haber recibido una intervención coronaria percutánea primaria exitosa para restablecer el flujo sanguíneo en la arteria epicárdica. Además, la presencia de CMD se ha asociado con una peor recuperación de la función del ventrículo izquierdo del corazón, lo que a su vez puede conllevar a un pronóstico desfavorable, incluyendo eventos cardiovasculares recurrentes, insuficiencia cardíaca y hospitalizaciones.

A pesar de la importancia de identificar la CMD en pacientes con IAMCEST, su diagnóstico sigue siendo un desafío. Se han propuesto diferentes métodos para evaluar la circulación microvascular, pero muchos de ellos son complejos y no son prácticos en el entorno clínico habitual. Una herramienta que se ha desarrollado para medir la resistencia microvascular es la reserva de resistencia microvascular (MRR), donde un valor significativo se considera inferior a 3.0 para diagnosticar la CMD. Aunque esta herramienta se ha validado en casos de síndromes coronarios crónicos, aún no se ha validado en pacientes con síndromes coronarios agudos.

El objetivo de un estudio prospectivo reciente fue investigar la prevalencia de la CMD en pacientes con IAMCEST tres meses después de una intervención coronaria percutánea primaria, y evaluar su impacto pronóstico utilizando diferentes parámetros, especialmente el MRR. Los resultados indicaron que el MRR se asociaba de forma independiente con eventos cardiovasculares mayores y cerebrovasculares a los 12 meses de seguimiento.

En resumen, este estudio demostró que el MRR puede ser un marcador pronóstico útil en pacientes con IAMCEST, con un rendimiento similar a otros parámetros como la reserva de flujo coronario y el índice de resistencia microvascular. Sin embargo, se necesitan estudios adicionales a largo plazo para confirmar estos hallazgos y determinar mejor cómo identificar y tratar la CMD en pacientes con enfermedad coronaria.


Fuente: SOLACI