
20 de Octubre 2025. El Implante de Válvula Aórtica Transcatéter (TAVI) es un procedimiento vital para pacientes con enfermedad valvular aórtica. Si bien ha demostrado ser una alternativa menos invasiva a la cirugía a corazón abierto, una de sus complicaciones más frecuentes sigue siendo el desarrollo de alteraciones en el sistema de conducción eléctrica del corazón, que a menudo requieren el implante de un Marcapasos Permanente (MCP) debido a un Bloqueo Auriculoventricular (BAV) de alto grado.
La necesidad de un MCP post-TAVI tiene una incidencia anual que oscila entre el 10 % y el 15 %. Por ello, identificar con precisión a los pacientes en riesgo es crucial para optimizar la atención post-procedimiento y el uso eficiente de recursos sanitarios.
El estudio prospectivo y multicéntrico CONDUCT-TAVI, realizado en Australia entre 2021 y 2023 con 200 pacientes, se propuso mejorar la capacidad predictiva de las herramientas existentes. Además de variables clínicas, anatómicas y del procedimiento, este estudio innovador incluyó un estudio electrofisiológico (EEF) pre-TAVI, midiendo intervalos clave (AH/HV) y evaluando el punto de Wenckebach (AVW) mediante estimulación auricular rápida. Adicionalmente, se utilizó monitorización continua con registradores subcutáneos durante un año para capturar eventos tardíos.
Hallazgos de Incidencia
• Incidencia Total de MCP por BAV de alto grado al año: 21 % de los pacientes (13.5 % temprano, $\leq 48$ horas; 7.5 % tardío, $> 48$ horas).
• Nueva Fibrilación Auricular (FA) al año: 21.7 %.
• Nuevo Bloqueo Completo de Rama Izquierda (BCRI) Inmediato post-TAVI: 43.6 %, el cual se redujo a 19.1 % a las 24 horas.
El estudio identificó tres factores independientes que se asocian significativamente con la necesidad de un marcapasos permanente:
1. Bloqueo Completo de Rama Derecha (BCRD) previo al TAVI: Aumenta el riesgo de MCP en más de 5 veces (Odds Ratio [OR] 5.45; Intervalo de Confianza [IC] 95 %: 1.67–17.84).
2. Incremento del Intervalo HV ($\Delta$HV) mayor a 10 ms durante el TAVI: Un aumento en el tiempo de conducción a través del sistema His-Purkinje, aumentando el riesgo en más de 3.5 veces (OR 3.62; IC 95 %: 1.23–10.67).
3. Punto de Wenckebach (AVW) Inducido por EEF pre-TAVI: Una señal de disfunción de conducción preexistente, triplicando el riesgo (OR 3.70; IC 95 %: 1.37–9.98).
Además, el riesgo de MCP fue significativamente mayor en procedimientos que utilizaron válvulas autoexpandibles, en casos con mayor sobredimensionamiento del dispositivo con respecto al anillo aórtico, y cuando se presentó BAV transitorio intra-procedimiento.
Integrando estos predictores, los investigadores desarrollaron el CONDUCT-TAVI score. Este modelo predictivo demostró una capacidad significativa para diferenciar el riesgo (Área Bajo la Curva [AUC] de 0.794), con un notable Valor Predictivo Negativo (VPN) del 98 %. Esto significa que los pacientes clasificados como de "bajo riesgo" por este score tienen solo un 2 % de probabilidad de requerir un MCP al año.
En conclusión el estudio CONDUCT-TAVI subraya que las alteraciones electrofisiológicas siguen siendo una complicación común post-TAVI. Sin embargo, los hallazgos demuestran que, al incorporar variables electrofisiológicas y el score asociado, es posible identificar con alta fiabilidad a los pacientes que no desarrollarán un bloqueo de alto grado.
Esta capacidad predictiva es invaluable para los profesionales de la salud. Un alto VPN puede facilitar:
• Optimización del Seguimiento: Enfocando recursos en pacientes de alto riesgo.
• Alta Temprana Segura: Permitiendo una reducción de la estancia hospitalaria en pacientes de bajo riesgo, mejorando la eficiencia y reduciendo costos.
Los resultados de CONDUCT-TAVI representan un avance significativo en la estratificación de riesgo, permitiendo a los cardiólogos intervencionistas y electrofisiólogos tomar decisiones más informadas para el manejo post-procedimiento.